07 diciembre 2013

Tarta de chocolate y nata


Mirad que he hecho tartas desde que empecé el blog, pues creo que esta es de mis favoritas. Fue la que hice para el cumple de mi padre. Me pusieron varias condiciones para esta tarta: que no fuera recubierta de buttercream (bueno creo que no querían que fuera recubierta) y que fuera de chocolate y nata (a mi padre le encantan).

Me pasé varias semanas diciéndole a mi madre, la voy a hacer así, y a los cinco minutos no mejor así. Creo que en mi cabeza hice por los menos diez versiones diferentes: con pepitas y de nata sola, con pepitas de nata y recubierta de chocolate, la misma versión sin pepitas... Al final la ganadora fue esta una de las más sencillitas.


Los ingredientes:

Para el bizcocho
  • 3 huevos
  • 200 ml de leche
  • 5 ml de zumo de limón
  • 10 ml de extracto de vainilla
  • 250 g de harina
  • 200 g de azúcar
  • 12 g de levadura
  • 80 ml de aceite
  • 1 pizca de sal
Para el relleno
  • 2 cartones de nata (creo que son de 200ml)
  • 175 g de pepitas de chocolate
  • Azúcar al gusto
Para la cobertura
  • 1/2 tableta de chocolate de fundir


La elaboración

Bizcocho
Lo primero que tenemos que hacer es mezclar la leche con el zumo de limón para cortar la leche y tener nuestro buttermilk casero. Lo dejamos reposar unos 5 minutos hasta el momento de usarlo.

Batimos los huevos y les añadimos la vainilla y el buttermilk. Tamizamos el azúcar con la sal, el harina y la levadura. Por último añadimos el aceite.


Cuando lo tenemos todo bien integrado repartimos la masa en los moldes que previamente hemos engrasado y enharinado. Ya sabéis que yo utilizo unos desechables que venden en mercadona y que preparo los bizcochos de un día para otro para asegurarme de que estén bien fríos cuando voy a montar la tarta.

Con el horno precalentado horneamos a 180º durante 25 minutos aproximadamente. Ya sabéis cuando pinchemos el bizcocho el palillo tiene que salir limpio, si no sale limpio hay que dejarlo un poco mas en el horno.

Cuando los bizcochos estén fríos los cortamos en capas. Yo hago dos capas de cada uno y el recorte de encima lo dejo para desayunar otro día.


Para la cobertura
Esto si que es imprescindible hacerlo el día de antes porque el chocolate se tiene que quedar duro. Lo que hice fue fundir al baño maría el chocolate con un poquito de mantequilla para que se quede más brillante. Cuando estaba fundido lo extendí sobre una bandeja de horno cubierta con papel de horno. 

Mi idea original era poner la plancha redonda sobre la tarta, pero como no se quedó recta del todo pues quedaba muy mal, parecía que le había puesto un sombrero a la tarta. Lo que hice fue romperlo y ponerlo en trocitos que quedaba mucho mejor.


Para el relleno
Lo primero que hacemos es preparar la mezcla de la trufa. Ponemos la nata (un poco menos de un tarro) a calentar y cuando vaya a empezar a hervir la retiramos del fuego y añadimos las pepitas. Cuando las pepitas se hayan desecho pasamos la mezcla a un bol y lo metemos a la nevera unos 25-30 minutos para que se enfríe y luego poder montarlo.


Mientras la trufa se va enfriando montamos el resto de la nata que tiene que estar bien fría. A esa nata que montamos le añadimos azúcar al gusto (hasta que nos parezca que esta bien dulce para ponerla en la tarta). Por cierto quiero que me deis trucos para montar la nata bien, porque creo que no se me da muy bien y no se si es por la forma en la que la monto o por la nata que utilizo.

Y cuando lo tenemos todo listo ya solo nos queda montar la tarta. Ponemos una capa de bizcocho, una de nata, otra de bizcocho y una capa de trufa. Cuando hemos puesto la ultima capa de bizcocho la recubrimos con trufa y ponemos el chocolate que tenemos del día anterior y que ya estará listo. Lo rompemos en trocitos y lo colocamos como más nos guste.


Espero que os guste y que la probéis porque esta muy muy buena!

Un besazo!

Laura

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